Rincones incógnitos, solitarios y escondidos en tierras verdes, rugosas, sin llanuras. Cambian de color y hasta de ánimo, según el tiempo...
Algunos "parecen como seres animados, dotados de sensibilidad"... diría Wenceslao.
Un día de esos lluviosos intermitentes, agarro la cámara y los eternizo.